Por: Nerza Rey
Desarrollo del Talento Ejecutivo desde el enfoque de las fortalezas
¡Invertir en el desarrollo del talento ejecutivo no es un lujo, es una prioridad!
El desarrollo del talento ejecutivo es una inversión decisiva para el futuro de cualquier empresa, toda vez que, las organizaciones necesitan líderes con un talento excepcional para tomar decisiones estratégicas en ambientes inciertos, conducir con éxito los permanentes cambios y lograr un crecimiento sostenido en el tiempo. Un equipo de líderes talentosos, bien capacitados, motivados e identificados con su organización marcan la diferencia entre lo excepcional y lo ordinario, entre el éxito y el fracaso…pero ¿Cómo lograrlo?
En el proceso de cultivar el talento ejecutivo, la clave está en seleccionar apropiadamente el enfoque metodológico que orientará la ruta de desarrollo a seguir. Al respecto, existen diferentes vías para el diseño de la ruta de desarrollo: el enfoque de DEBILIDADES o falencias, que consiste en la identificación de fallas, carencias o necesidades relativas a conocimientos técnicos o de habilidades directivas, con el objetivo de minimizar las brechas respecto a las exigencias que demanda el perfil del cargo. Esta tradicional modalidad puede resultar larga y costosa. El enfoque de la Teoría de las FORTALEZAS, basado en identificar y aprovechar los puntos fuertes del ejecutivo, cuyo proceso es rápido y efectivo, pues lo que se busca es potenciar las fortalezas que ya posee el ejecutivo, con lo cual se incrementa las posibilidades de tener éxito. El enfoque mixto que considera la combinación de ambos, cuyos resultados son extraordinarios, especialmente cuando se logra hacer una mezcla, con predominio de las fortalezas sobre las falencias.
Tips sobre la teoría de las fortalezas: Esta teoría, desarrollada por el psicólogo Donald Clifton, sostiene que todas las personas venimos dotadas con talentos innatos de diversa naturaleza que, al ser descubiertos y desarrollados se transforman en fortalezas, con lo que se logra alcanzar un alto rendimiento. A diferencia del enfoque centrado en las debilidades o carencias, la teoría de las fortalezas anima a las personas a identificar y aprovechar sus puntos fuertes para tener éxito, porque aquellos TALENTOS en los cuales somos buenos, son los que nos van a permitir sentirnos satisfechos con lo que hacemos y, ello es clave para sobresalir y triunfar, primero como persona y luego en lo profesional. Para facilitar el proceso de identificación, la teoría de las fortalezas agrupa los talentos en cuatro dominios: Ejecución: Capacidad para llevar a cabo tareas y proyectos de manera eficaz. Influencia: Habilidad para inspirar y motivar a otros. Construcción de relaciones: Capacidad para establecer y mantener relaciones sólidas. Pensamiento estratégico: Habilidad para analizar información y tomar decisiones acertadas.
Estrategias para el desarrollo de ejecutivos:
Es importante tener claro que no es lo mismo los planes de desarrollo y retención de ejecutivos en proceso de formación, generalmente ubicados en el nivel de la gerencia media, con la expectativa que lleguen a ocupar las posiciones de aquellos ejecutivos que están en el más alto nivel, en cuyo último caso, lo pertinente es hablar de actualización y mantenimiento del talento. No obstante, conviene aclarar que, tanto la gerencia media, como el top management de la empresa deben poseer sus planes de desarrollo. Acá nos centraremos en el primer grupo, por ser este segmento donde se deben realizar los mayores esfuerzos para contribuir, a través de estrategias y recomendaciones prácticas con el desarrollo de quienes a futuro les corresponderá liderar los destinos de la organización, sin descartar que varias de éstas también pueden ser aplicables al más alto nivel.
- Identificar las fortalezas de los ejecutivos: El primer paso es identificar las fortalezas de cada ejecutivo. Esto se puede hacer a través de evaluaciones especializadas, como el CliftonStrengthsFinder, entrevistas, assessment center, focus group, observaciones, entre otros.
- Diseñar e implementar un plan de desarrollo individual: Una vez que se han identificado las fortalezas de un ejecutivo, se puede desarrollar un plan de desarrollo individualizado. Este plan debe centrarse fundamentalmente en el desarrollo de las fortalezas del ejecutivo, sin descuidar la mejora de sus áreas débiles, a través de oportunidades de aprendizaje formal, cursos, talleres, conferencias o similares.
- Proporcionar oportunidades para el desarrollo: Esto puede hacerse a través de acciones tales como:
- a) Implementar un programa de coaching ejecutivo para ayudarlos a desarrollar sus fortalezas;
- b) Crear un programa de mentoría donde se fomenta la relación cercana entre los ejecutivos experimentados con los menos experimentados;
- c) Permitir la participación en proyectos desafiantes que les ayude a desarrollar nuevas habilidades Crear una cultura de reconocimiento que valore las fortalezas de los ejecutivos. Esto puede hacerse a través de retroalimentación positiva, recompensas, celebración de logros, así como toda oportunidad de desarrollo individual.
- Crear una cultura de aprendizaje continuo para que los ejecutivos puedan mantenerse actualizados sobre las últimas tendencias y conocimientos, fomentando un entorno donde los líderes se sientan motivados a aprender y crecer constantemente. En esta acción, los ejecutivos de la alta gerencia juegan un rol determinante, pues ellos deben fomentar y contagiar con modelaje esta cultura.
- Ofrecer recursos de aprendizaje, tales como libros, artículos, plataformas online y membresías digitales.
- Implementar un programa de sucesión donde se identifique a los líderes potenciales para ocupar cargos clave, dándoles gradualmente mayor responsabilidad.
- Participar en experiencias internacionales y facilitar el networking con otros líderes de la industria.
Desde mi experiencia profesional puedo concluir que, el desarrollo del talento ejecutivo es una inversión esencial para las organizaciones que buscan tener éxito en el mundo actual, por lo que deberán disponer de un presupuesto para tal fin, siendo la teoría de las fortalezas un recurso eficaz para cultivar el talento ejecutivo, tal como lo avalan las grandes corporaciones que lo utilizan, como General Electric, Starbucks, Amazon, Google, Microsoft, entre otras tantas de reconocimiento mundial.